Lectura(s) de hoy: Éxodo 3:1-8a, 13-15, 1 Corintios 10:1-6, 10-12, Lucas 13:1-9
«Lecturas del Domingo»
PRIMERA LECTURA
Moisés cuidaba las ovejas de Jetró, su suegro, sacerdote de Madián. Una vez llevó las ovejas muy lejos en el desierto y llegó al Horeb, el Cerro de Dios. Entonces fue cuando el Angel de Yavé se presentó a él, como una llama ardiente en medio de una zarza. Moisés estuvo observando: la zarza ardía, pero no se consumía. Y se dijo: «Voy a dar una vuelta para mirar este fenómeno tan extraordinario: ¿por qué la zarza no se consume?»
Yavé vio que Moisés se acercaba para mirar; Dios lo llamó de en medio de la zarza: «¡Moisés, Moisés!», y él respondió: «Aquí estoy.» Yavé le dijo: «No te acerques más. Sácate tus sandalias porque el lugar que pisas es tierra sagrada.»
Luego le dijo: «Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob.» Al instante Moisés se tapó la cara, porque tuvo miedo de que su mirada se fijara sobre Dios.
Yavé dijo: «He visto la humillación de mi pueblo en Egipto, y he oído sus quejas cuando lo maltrataban sus mayordomos. Me he fijado en sus sufrimientos, y he bajado, pa ra librarlo del poder de los egipcios y para hacerlo subir de aquí a un país grande y fértil.
Moisés contestó a Dios: «Si voy a los hijos de Israel y les digo que el Dios de sus padres me envía a ellos, si me preguntan: ¿Cuál es su nombre?, yo ¿qué les voy a responder?»
Dios dijo a Moisés: «Yo soy: YO-SOY.» «Así dirás al pueblo de Israel: YO-SOY me ha enviado a ustedes. Y también les dirás: YAVÉ, el Dios de sus padres, el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado. Este será mi nombre para siempre, y con este nombre me invocarán de generación en generación.»
SEGUNDA LECTURA
Les recordaré, hermanos, lo que ocurrió a nuestros antepasados. Todos estuvieron bajo la nube y todos atravesaron el mar. Todos recibieron ese bautismo de la nube y del mar, para que así fueran el pueblo de Moisés; y todos comieron del mismo alimento espiritual y bebieron la misma bebida espiritual; el agua brotaba de una roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo. Sin embargo, la mayoría de ellos no agradaron a Dios y sus cuerpos quedaron en el desierto.
Todo esto sucedió para ejemplo nuestro, pues debemos guardarnos de los malos deseos que ellos tuvieron.
Tampoco se quejen contra Dios, como se quejaron muchos de ellos y fueron eliminados por el ángel exterminador.
Todo lo que les sucedió tenía valor de ejemplo, y fue escrito para instruir a los que vendrían en los últimos tiempos, es decir, a nosotros. Así, pues, el que crea estar en pie tenga cuidado de no caer.
EVANGELIO
En ese momento algunos le contaron a Jesús una matanza de galileos. Pilato los había hecho matar en el Templo, mezclando su sangre con la sangre de sus sacrificios.
Jesús les replicó: «¿Creen ustedes que esos galileos eran más pecadores que los demás porque corrieron semejante suerte? Yo les digo que no. Y si ustedes no renuncian a sus caminos, perecerán del mismo modo. Y aquellas dieciocho personas que quedaron aplastadas cuando la torre de Siloé se derrumbó, ¿creen ustedes que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Yo les aseguro que no. Y si ustedes no renuncian a sus caminos, todos perecerán de igual modo.»
Jesús continuó con esta comparación: «Un hombre tenía una higuera que crecía en medio de su viña. Fue a buscar higos, pero no los halló. Dijo entonces al viñador: “Mira, hace tres años que vengo a buscar higos a esta higuera, pero nunca encuentro nada. Córtala. ¿Para qué está consumiendo la tierra inútilmente?” El viñador contestó: “Señor, déjala un año más y mientras tanto cavaré alrededor y le echaré abono. Puede ser que así dé fruto en adelante y, si no, la cortas.”
Rezar: Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
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