Lectura(s) de hoy: Levítico 13:1-2, 44-46, 1 Corintios 10:31-11:1, Marcos 1:40-45
«Lecturas del Domingo»
PRIMERA LECTURA
Dios dijo a Noé y a sus hijos: «Miren, voy a hacer una alianza con ustedes y con sus descendientes después de ustedes; y también con todos los seres vivientes que están con ustedes: aves, animales domésticos, y fieras salvajes, en una palabra, con todas las bestias de la tierra que han salido del arca. El pacto que contraigo con ustedes es que, en adelante, ningún ser viviente morirá por las aguas de un diluvio, ni habrá nunca más diluvio que destruya la tierra.»
Y Dios dijo: «Esta es la señal de la alianza que establezco entre ustedes y yo, y con todo animal viviente que esté con ustedes, por todas las generaciones que han de venir: Pongo mi arco en las nubes para que sea una señal de mi alianza con toda la tierra. Cuando yo cubra de nubes la tierra y aparezca el arco en las nubes, me acordaré de mi alianza con ustedes y con toda criatura que tiene vida, y nunca más habrá aguas diluviales para acabar con toda carne.
SEGUNDA LECTURA
Pues Cristo murió una vez por el pecado y para llevarnos a Dios, siendo ésta la muerte del justo por los injustos. Murió en su carne, y luego resucitó por el Espíritu. Entonces fue a predicar a los espíritus encarcelados; me refiero a esas personas que se negaron a creer en tiempo de Noé, cuando estaba por acabarse la paciencia de Dios y Noé ya estaba construyendo el arca. Pero algunas personas, ocho en total, entraron al arca y se salvaron a través del agua.
Ustedes reconocen en esto la figura del bautismo que ahora los salva; pues no se trata de una limpieza corporal, sino que se pide a Dios una renovación interior por medio de la resurrección de Cristo Jesús. El se ha ido al cielo y está a la derecha de Dios, después de someter a los ángeles, a las dominaciones y las potestades.
EVANGELIO
En seguida el Espíritu lo empujó al desierto. Estuvo cuarenta días en el desierto y fue tentado por Satanás. Vivía entre los animales salvajes y los ángeles le servían.
Después de que tomaron preso a Juan, Jesús fue a Galilea y empezó a proclamar la Buena Nueva de Dios. Decía: «El tiempo se ha cumplido, el Reino de Dios está cerca. Renuncien a su mal camino y crean en la Buena Nueva.»
Rezar: Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
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